051 LOS HIJOS ¿Educación o Proyección?
CON MIS HIJOS ¿EDUCO O ME PROYECTO?
Reflexión de José Luis Arreola
Esta pregunta se hizo patente en una charla entre padres en una ocasión familiar. La pregunta se escribe fácil pero la pregunta emplaza dos términos que a mi parecer me ofrecieron la dicotomía para representar de manera más didáctica mi respuesta.
En una búsqueda rápida en Google, la palabra EDUCAR, aparece lo siguiente:
Google - Captura de pantalla |
El desarrollo de facultades, morales y afectivas se pretende como primer objetivo de acuerdo a esta definición. Pero en la preocupación de un Padre o Madre, en el acontecer del día con día ¡las teorías no alcanzan a resumirse en pocas palabras! Son mares de pensamiento que se han escrito, hablado, compartido y debatido pero los padres aún tienen la percepción de lo que falta, por que en la creencia de ser un buen Padre o Madre, hay quien lo interpreta como el hecho de serlo es definitivamente sinónimo de errar o "echando a perder se aprende".
De momento, la preocupación sobre el como educar a los hijos va en aumento y surgido de esto, la pregunta a los especialistas cada vez es más acusante. ¿Estoy educando bien a mi/s hijo/a/os/as?
En la reunión mencionada al inicio, me fue expresada con el argumento sobre que los Padres deben cambiar conforme a los tiempos de los hijos, y por el otro lado, otros padres cuestionaban dicho argumento, tendiendo hacia el camino que se les enseñó, es decir, continuar con la tradición de la educación en la familia al que pertenece. Esa es una disyuntiva que te hace pensar, planear, errar y volver a intentar.
Es claro y cierto que nada nos prepara para la aventura de ser padres. Y muchas buenas intenciones no resultan en ejemplos ni resultados halagadores, incluso parece que causan retrocesos. "Errare humanum est" es una frase que a mi forma de ver es sinónimo de ser Padre/Madre.
El argumentos que se enfrentó en nuestra amena charla fue seguir la tradición o adaptarse a la nueva realidad. La tradición sería en este caso, el modo como fuimos educados por nuestros padres. La adaptación sería entender a los hijos y ofrecer una educación moderna.
Esa cuestión pasó por todas las voces presentes. La voz de los mayores explicó el modo como fue educada. Y dentro de su relato platicaba la fuerte disciplina que existía en su casa, la poca oportunidad para tener una relación de noviazgo salvo para algo serio y la forma de dirigirse a los padres. Comentó que dentro de esa atmosfera familiar los valores eran el centro de la formación.
La otra voz que se alzó fue al contrario. Su postulado lo manifestó con hacer patentes grandes carencias por parte de la tradición. La falta de expresiones de cariño, la poca libertad con el sexo femenino y carencias emocionales que según ella fueron determinantes para que ahora, al ser Madre/Padre, desarrollara otra disciplina más relajada con sus hijos expresando esas carencias y ofreciendo mayores libertades.
Cuando me toca el turno de hablar, los ánimos están caldeados. De repente, lo único que se ve son las dos opciones: Tradición o Modernidad. Eso implica una trampa epistémica, puesto que de indicar alguna, la parte comentada asentirá y expresará su triunfo mientras que la otra sentirá el desplazamiento. Entonces ¿Qué decir?
En esa decisión estaba cuando a mi mente llegó el recuerdo de los conceptos de M. Montessori. Según recordé, dentro de toda su exposición sobre la educación hay un tema que me parece medular y es reconocer que el niño/niña no vienen como dispositivos vacíos, sino que las actividades que realicen les permitan expresar lo que viene con ellos. Hay una personalidad única que espera el momento para manifestarse.
El comentario que esperaban era que apoyara al bando tradicional o moderno. Y creo que opte por comentar una tercera vía: Reconocer la esencia que está latente en cada ser humano, en cada hijo/hija que nazca en el hogar. "La educación de los hijos no debe estar centrada en nuestros miedos o traumas, por que inevitablemente los inculcaremos al tratar de evitarlos. Más bien debemos educar con límites determinados, con sentido común y valores que creemos básicos para su relación con los demás con respeto de su esencia personal, su unicidad. Asé evitaremos proyectar nuestros temores y observaremos crecer dentro de límites crecientes su propia personalidad, enfrentando nuestros problemas pero acompañándolos en su búsqueda personal de soluciones".
Creo que el silencio que vino después de este cometario fue como una certificación de que estaba de algún modo con ambos bandos. Después de eso explique que según J. Ingenieros, la juventud debe estableces el proyecto de nación desde su visión de juventud renovando la sociedad con su fuerza renovadora. También el punto que establece Pinzón cuando explica que la sociedad vive en un sentido común y que este si cambia con ayuda de los involucrados lentamente pero que despues se establecerá como algo de fijo para que lleguen otros o lo vuelva a tratar de mejorar.
Mi aporte creo en este tema es que hay padres que precisan de ayuda para reivindicar el trabajo que hacen y muchas veces manifiesta miedo o culpa por las acciones que realizan siempre con buenas intenciones. Pero el conocer las teorías de educación y sus bondades en términos prácticos son en buena manera hilos conductores para obtener nuevas formas de educación sin perder el valor de la unidad familiar y el reconocimiento de los demás en la sociedad en su conjunto.
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